El salmo 4 es una hermosa oración vespertina que la lglesia desde muy antiguo ha recomendado rezar al final del dia, para colocar toda nuestra seguridad y nuestro descanso bajo la protección omnipotente de nuestro Padre Dios.
Es una súplica en la que domina la expresión de confianza en Dios, y con esta actitud quien lo reza recibe fortaleza ante los enemigos de su alma y se siente capaz de animar a sus amigos.
Esta confianza se basa en favores maravillosos que Dios le ha concedido, milagros de la Bondad Divina, que quien reza el salmo ha experimentado de modo personal e intimo durante toda su vida.
Tiene tres mensajes:
- Primero se dirige a Dios llamándolo "Defensor", pues en otras ocasiones ha venido con ayudas admirables.
- Luego se dirige a los enemigos recordándoles que el Señor le escucha cuando lo llama, y que en otras ocasiones ha hecho milagros en favor de quien lo invoca.
- Finalmente se dirige a los amigos, recomendándoles que no cometan el pecado de no confiar en Dios o de creer que la luz de su rostro amable ha huido de nosotros. Concluye con tono de intensa paz: "En paz me acuesto y en seguida me duermo, pues tú sólo, Señor, me das seguridad".
SALMO 4
¡Cuando llamo, respóndeme, Dios mi defensor!
En la angustia tú me has dado sosiego: ten compasión de mí y escucha mi oración.
¿Hasta cuándo, señores, no querrán entender?
¿Por qué aman la falsedad y buscan la mentira?
Sepan que por mí maravillas hace el Señor, tan pronto como lo llamo, él me escucha.
Si tienen rabia, no se arriesguen, guárdenlo para ustedes, en la cama, y quédense luego callados.
Según la ley ofrezcan sacrificios y pongan su confianza en el Señor.
Muchos dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha? ¡Muéstranos, Señor, tu rostro alegre!"
Que rebosen de trigo y vino, más alegría das tú a mi corazón.
En paz me acuesto y en seguida me duermo, pues tú sólo, Señor, me das seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario