El titulo de la Biblia hebrea dice que fue compuesto por David cuando huía de Absalon. Todos los detalles del salmo están de acuerdo con las angustias y burlas que sufrió David cuando huía de Jerusalem perseguido por su hijo. Esta bella oración quiere ser una lección de confianza en Dios cuando las creaturas humanas se levanten contra nosotros.
La Iglesia lo aplica a Cristo en su Pasión y lo recomienda para tiempos de angustias espirituales o materiales.
SALMO 3
Señor, cuántos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!
Cuántos los que me dicen: "Ya no tienes en Dios salvación"!
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria, el que levanta mi cabeza.
Tan pronto como llamo al Señor, me responde desde su monte santo.
Yo me acuesto y me duermo, y me levanto: el Señor me sostiene.
No le temo al pueblo que me rodea, que por todas partes me amenaza.
¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, oh Dios mío!
Tú golpeas en la cara a mis enemigos y a los malvados les rompes los dientes.
La salvación viene del Señor, que tu bendición venga sobre tu pueblo.
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