Salmo 5: El dia con Dios

El salmo 5 es la oración de quien desea poner en manos de Dios las preocupaciones de la vida.
Quiere pedir su ayuda al recordar que tiene serios enemigos espirituales que tratan de impedirle el camino hacia la santidad:
  • el mundo: o sea el ambiente de pecado.
  • El demonio: las tentaciones maléficas.
  • Y la carne: la propia debilidad y la inconstancia.
Aquí se le insiste al Señor para que intervenga y nos defienda de tantos enemigos. Nos presentamos ante El "como el niño que busca la mano de su Padre" porque tiene que caminar por senderos rodeados de precipicios y con aullidos de fieras que buscan a quién devorar.

El salmista invita a todos a confiar en Dios, recordando que los que buscan su favor se llenarán de alegría porque El los defenderá como un escudo protector que defiende de las balas y flechas del adversario.
Los que rezamos este salmo sabemos muy bien que en la vida tendremos fuertes enemigos que tratarán de impedirnos llegar a la santidad, pero tenemos que estar convencidos de que el favor de Dios nos rodeará como un escudo en el cual se pueden quedar prendidos todos los dardos mortíferos del enemigo.
 
SALMO 5
Señor, escucha mis palabras, y a mi queja pon atención. 
Presta oído a mi clamor, ¡oh mi rey y mi Dios! Pues a ti te imploro, Señor. 
Desde la mañana oyes mi voz. Desde la mañana te hago promesas y me quedo a la espera. 
Tú no eres un Dios al que le gusta la maldad, ni el malvado tiene en ti acogida. 

Los insensatos no aguantan tu mirada, detestas a los que obran la maldad. 
A los que hablan mentiras los destruyes: Odia el Señor a violentos y embusteros. 
Pero yo por tu inmensa bondad puedo entrar en tu casa; frente a tu santo templo me prosterno con toda reverencia. Señor, tú que eres justo, guíame: Frente a los que me espían abre ante mí un camino llano. 
Pues nada de sincero hay en su boca y sólo crímenes hay en su interior. Para halagar tienen buena lengua, mas su garganta se abre para tragar. 

Castígalos, oh Dios, como culpables, haz que fracasen sus intrigas; échalos por sus crímenes sin cuento, ya que contra ti se han rebelado.
Que se alegren cuantos a ti se acogen, que estén de fiesta los que tú proteges, y te celebren los que aman tu nombre. Pues tú, Señor, bendices al justo y como un escudo lo cubre tu favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...