Dios te Salve Maria - J. A. Olivar , Fernando M. Viejo

Esta producción titulada "DIOS TE SALVE, MARIA", es un manojo de variaciones sobre el mismo tema: El Avemaría.
De ahí que, en casi todas sus canciones, aparezca, como motivo o apoyatura, alguna frase de la tradicional oración a la madre de Dios.

Todos sabemos lo que es el Avemaría, una mezcla de canto de excelencias (el saludo del angel) y expresión de una suplica. O mejor una primera parte en la que piropeamos a la madre de Dios - al igual que lo hiciera el mensajero de la Anunciación, y con sus mismas palabras - , y una segunda parte en la que le pedimos que ruegue por nosotros.

De ahí que este producción sea, en consecuencia, una mezcla de piropo y de suplica, de felicitación y plegaria.
En resumen una oración de siempre y para nuestro tiempo Jose Antonio Olivar pone Ios versos, Fernando M. Viejo, la inspiración musical (ademas de su voz en cinco de los cantos). Entre poeta y musico - amigos desde la infancia - se establece aqui una perfecta simbiosis en favor de la comunicacion y la sencillez.

En los versos, el lirismo es tenido menos en cuenta que la frase directa, que cala, mientras que, en lo musical, y, dentro de una original inspiración, la melodía brota del cauce de lo popular, consiguiendo esa aparente - y siempre dificil - facilidad de lo que, al ser escuchado, pronto se queda dentro como si lo conocieramos de siempre.

Si todo el LP se resume en motivaciones, variaciones sobre el Avemaría, el titulo viene casi dado "DIOS TE SALVE, MARIA". Tal vez porque sirve, a la vez, de saludo a la madre de Dios.
Un milenario saludo a una sencilla mujer de un pueblo llamado Nazaret, que es puerta de entrada y clave en la historia de la salvacion de la humanidad.

Un saludo - "DIOS TE SALVE, MARIA" - que no por repetido y repetido deja de ser fresco, nuevo. A fin de cuentas, tiene la fresca novedad de la intencion de quien, en cada ocasion lo pronuncia.

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Introducción a los cantos

MUCHAS GRACIAS, MARIA
María escucha. María esta llena de detalles para con nosotros, sus hijos.
Justo es, por tanto que nosotros le agradezcamos esos detalles. Y que a la vez le demos tambien las gracias porque nos enseño cómo en la humildad reside la mayor grandeza como en el silencio habita mejor la elocuencia. Y porque nos mostró que el camino que lleva a Dios no pasa por la fama ni el apiauso sino por el anonimato...

VENIMOS A TI, MARIA
María nunca falla. Por una razon muy sencilla. María es nuestra madre. Y una madre nunca deja a sus hijos en la estacada.
De ahi la urgencia de acudir a María y de confiárselo a ella todo, porque ella es la madre buena que da consejo, tiende la mano, no olvida un detalle disculpa y perdona, se desvive por nosotros y nos anima

SANTA, SANTA MARIA
Una madre está, entre otras cosas, para eso para escuchar. Por tanto, ¿que mejor manera de rezarle a María que hacerlo contándole los problemas de cada día?.
Y los miedos disfrazados de prudencia, y los defectos que a nadie contariamos - y que, tal vez disfrazamos de personalidad".
Y también nuestras cobardías, esas que todos tenemos y tan bien conocemos aunque otros (nuestros amigos, compañeros, familiares) las ignoren. Para eso esta una madre para que se lo contemos todo.

BENDITA TU
Aunque elegida desde el primer instante de su concepcion aunque predestinada, desde los siglos en la mente de Dios, María supo ganarselo a pulso. Entre otras cosas, porque creyó primero y más que nadie, porque asistió al suplicio de su hijo, porque el amor siempre habitó en su corazón.
De ahí que sea bendita una y mil veces. Bendita en la tierra y en las galaxias, en las calles y en el cielo Bendita porque bendito es el fruto de su vientre.

HIJA DEL PUEBLO
María por ser una mas ( hija del pueblo y mujer del pueblo ), aunque perfecta en todo y sobre todo y ante todo fue la madre del que salvó a su pueblo. Fue una mas y, a la vez, fue la elegida. Pero no a capricho. María habla hallado gracia a los ojos de Dios; ¡era grande ante el Señor!
Su grandeza sentirse poca cosa, olvidar agravios, amar igual a todos. Por eso fue elegida entre todas las mujeres y por los siglos de los siglos para cambiar el camino de la historia.

ALEGRATE, MARIA, ALEGRATE
El Señor esta con los que creen y esperan, con los que aman y sufren, con los que apenas tienen nada.
Y María creyó y esperó, amó y sufrió y nunca tuvo nada. Por eso el Señor estaba con ella.
Justo es que nosotros, ahora, le cantemos con alegría y la invitemos a alegrarse con nosotros repitiendole "El Señor te ha colmado de su gloria y su gracia esta contigo"...

AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE
Es el final del "Ave-María" motivo de este canto y en el le pedimos a Maria que ruegue por osotros "ahora y en la hora de nuestra muerte". En otras palabras ahora y siempre.
Porque lo que nos interesa es que nuestra madre del cielo le hable de nosotros al Señor que, en la hora suprema, en que seremos examinados de la asignatura del amor, el Señor sea benevolente con nosotros. Y lo sera si hemos sabido pedirle a María que inspire ella nuestros pasos por la vida.

DIOS TE SALVE, MARIA
Porque ella es camino y remedio consuelo y fortaleza, hay que decirle "Dios te salve María". Porque ella es nuestra esperanza, hay que decirle "Dios te salve". Y porque en ella se complace y alegra el Señor hay que felicitarla de corazón.
Maria es luz para el alma, es tierra prometida y mar insondable. Por eso hay que decirle, sin cesar "Dios te salve".

TU VIENTRE VIRGINAL
Cristo es la espiga que sacia el hambre de verdad y de vida que padece el mundo.
Y esa espiga ha brotado de una tierra llamada María, cumpliendose, así, en la Virgen las profecias.
María es, por tanto, la puerta que nos introduce en las estancias de un tiempo nuevo, es la paloma que anuncia paz, el sol que muestra a todos la evidencia del camino verdadero, que es Jesus.

VOSOTROS QUE PASAIS POR EL CAMINO
Cuando el dolor llega y paga duro, tambien hay que acudir a María. Precisamente porque ella es la madre del dolor. Precisamente porque ella conoció la desgracia, la indefensión, el insulto y la calumnia en su propia carne. Y María, Madre Dolorosa, sigue sintiendo hoy, como suyo,  nuestro dolor, sigue subiendo a nuestros particulares calvarios (cada uno tiene el suyo) lo mismo que un dia subió al Gólgota con su hijo Jesus.

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