Hoy los sabios escrituristas dicen que los salmos probablemente fueron escritos entre el siglo octavo antes de Cristo y el siglo segundo (a.C..) y que la mayor parte de los salmos fueron redactados definitivamente después de volver del destierro de Babilonia y de construir el nuevo Templo en Jerusalem (año 515 antes de Cristo). Los salmos se dividen en 12 clases, según el género literario en el que han sido escritos y los temas que tratan.
2o. LOS HIMNOS DE ADORACION. Se pueden resumir en esta exclamación: " ¡Qué admirable es tu nombre Señor!". Son una invitación a bendecir a Dios por lo bueno que es y por los maravillosos portentos que obra. Por ej. el salmo 717 o el salmo 32. Los salmos de adoración son unos 14.
3o. LOS SALMOS DE ACCION DE GRACIAS. Son unos 12. Se pueden resumir en esta frase: "¿Cómo pagaré al Señor el bien que me ha hecho?". Se recitaban cuando una persona iba al templo a ofrecer un sacrificio para dar gracias por un favor recibido de Dios. La persona agradecida narraba en voz alta la situación penosa por la que había pasado y cómo El Señor había intervenido generosamente para ayudarle. Son salmos de acción de gracias el 18, el 34, 31, 47 y especialmente el 103, y el 118.
4o. SALMOS PROFETICOS son los que anuncian lo que va a suceder. Son siete (3-20-56- 57-60-85).
5o. SALMOS REALES: Son los que se refieren a un rey. Directamente se dirigían a un rey de ese tiempo, y proféticamente casi siempre hablan del Rey Universal, que es Cristo Jesús. Son siete: 2-21-45-72-89-101-110 (recuérdese que aquí usamos la numeración de la Biblia de Jerusalem. La numeración de la Liturgia del Breviario es un número inferior. Así donde nosotros decimos 110, en el breviario es 109, etc.).
6o. SALMOS DEL REINO DE DIOS. Son muy parecidos a los anteriores pero en vez de cantar a un rey humano, se canta a Dios como Rey. "Yavéh reina" es su repetición más frecuente. Explican e insisten en cómo Dios es y será siempre el Rey Universal de cuanto existe. Son nueve (24-29-47-68-93-96-97-98-99).
7o. CANTICOS A SION. Son salmos dedicados a cantar a la Ciudad Santa, Sión o Jerusalem, o a la nación de Israel. Eran verdaderos himnos patrióticos, y proféticamente se refieren a la Sión Celestial: o sea a la Iglesia Santa de Dios, en todos los tiempos. Son cinco: 46-48-76-87-132.
8o. SALMOS DE PEREGRINACION. Eran los que cantaban los peregrinos al llegar al Templo de Jerusalem. Por ejemplo: "Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la Casa del Señor . . .", etc. Salmos 15, 122, etc.. .
9o. SALMOS GRADUALES o cantos de subida. Son 15. Desde el 120 hasta el 134. Van narrando el viaje hacia Jerusalem desde la alegre noticia de que van a viajar a la Ciudad Santa hasta las impresiones de la despedida del momento de regresar.
10o. PETICIONES DE BENDICION. Son salmos que se pueden resumir en estas palabras: "Que Dios os bendiga". Son el 67-7 y el 144.
11o. SALMOS DE LA ALIANZA: Cantan la Alianza o compromiso de ayuda mutua que Dios y su pueblo han pactado. Son unos 17. Por ejemplo 105 y 106.
12o. SALMOS CONTRA LOS IMPIOS. Son una especie de exorcismo contra los enemigos de Dios y de su religión. En la antigüedad cuando no existían todavía las maravillosas doctrinas de Cristo acerca del perdón, se deseaba para los enemigos de la religión toda clase de males.
Muchas de las maldiciones contenidas en los salmos tienen como fin el prevenir a los creyentes contra la tentación de seguir el ejemplo de los impíos. El recordar las maldiciones escritas contra ellos, producía temor a seguir sus pasos. Los salmos que traen maldiciones contra los enemigos de Dios son unos quince.
Pero por orden del Papa Juan XXIII esas maldiciones han sido suprimidas casi todas en los libros de oración, pues el pueblo que no comprenda muy bien su significado podría desorientarse un poco al recitarlas. Quien las recita debe tener siempre presente que "odiamos el mal, pero no a los malos. Atacamos el error pero no a las personas".
Y así por ejemplo cuando al recitar el salmo 137 decimos "Babilonia criminal: quién pudiera estrellar tus hijos contra las rocas", sabemos que eso quiere significar: "Quien pudiera destruir las obras malas producidas por las agencias de perdición: por ejemplo las películas corrompidas, las novelas escandalosas, las drogas enloquecedoras, etc.".
En ese sentido es como hay que recitar las maldiciones de los salmos. No contra las personas, sino contra las obras malas y las fuentes de corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario