Hay una descripción del ataque por parte de los enemigos de la salvación y luego la lista de los males que a tales enemigos les van a sobrevenir. Dios los hiere con los mismos medios que ellos planeaban contra los demás y se cumple el antiguo refrán: el que se alegra de último, se alegra mejor.
Afirma el salmo que los enemigos hacen planes que les parecen infalibles, para arruinar a los amigos de Dios, pero fracasarán porque se olvidan de lo principal: la ayuda que el Señor da a los que en El confían.
El salmo se puede aplicar a Cristo en su Pasión y a todos los que sufren persecución.
Como Cristo, después de las humillaciones de la incomprensión, tendremos las alegrías de la glorificación.
SALMO 64 (En Liturgia 63)
1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
2 Escucha, oh Dios, la voz de mi gemido, guarda mi vida del terror del enemigo;
3 ponme a salvo del plan de los malvados, de los malhechores que se movilizan,
4 que afilan su lengua como espada, asestan su flecha, palabra envenenada,
5 y disparan ocultos contra el íntegro, disparan de improviso y nada temen.
6 Se animan entre sí para el delito, calculando cómo tender trampas,
se dicen: «¿Quién lo observará
7 y escrutará nuestros secretos?». Los escruta el mismo que escruta al hombre por dentro, la mente oculta.
8 Dios ha disparado una saeta, repentinas han sido sus heridas;
9 los abate por causa de su lengua, quienes los ven menean la cabeza.
10 Todos se llenan de temor, anuncian la obra de Dios y meditan sobre su acción.
11 El honrado se alegrará por Yahvé y en él buscará cobijo; se felicitarán los hombres rectos.
2 Escucha, oh Dios, la voz de mi gemido, guarda mi vida del terror del enemigo;
3 ponme a salvo del plan de los malvados, de los malhechores que se movilizan,
4 que afilan su lengua como espada, asestan su flecha, palabra envenenada,
5 y disparan ocultos contra el íntegro, disparan de improviso y nada temen.
6 Se animan entre sí para el delito, calculando cómo tender trampas,
se dicen: «¿Quién lo observará
7 y escrutará nuestros secretos?». Los escruta el mismo que escruta al hombre por dentro, la mente oculta.
8 Dios ha disparado una saeta, repentinas han sido sus heridas;
9 los abate por causa de su lengua, quienes los ven menean la cabeza.
10 Todos se llenan de temor, anuncian la obra de Dios y meditan sobre su acción.
11 El honrado se alegrará por Yahvé y en él buscará cobijo; se felicitarán los hombres rectos.
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