El salmo 1 es una breve meditación acerca del destino que espera a los buenos y a los malos.
Presenta los dos caminos; el del amigo de Dios; que consiste en alejarse de las conversaciones y ejemplos de los malos y en meditar y practicar la ley del Señor. Su premio: la bendicion divina, que se expresa bellamente en la imagen del árbol siempre fresco que crece junto a las fuentes de agua.
El segundo camino: el de los malos. Su castigo presente; ser estériles espiritualmente, como hojas secas que se Ileva el viento. Su castigo futuro: ser separados para siempre de los buenos el dia del juicio.
Este salmo resume el salterio en dos ideas muy breves: por la virtud se Ilega a la felicidad, por el pecado a la desdicha. Asi como Jesus empezó su sermon de la Montaña diciendo "Dichosos los...", asi el salterio empieza con una frase muy parecida: "Dichoso el hombre que ...".
Porque el fin de la Palabra de Dios es enseñarnos cual es el camino para Ilegar a la felicidad.
SALMO 1
Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados,
ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones,
mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día.
Es como árbol plantado junto al río que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde.
Todo lo que él hace le resulta.
No sucede así con los impíos: son como paja llevada por el viento.
No se mantendrán en el juicio los malvados ni en la junta de los justos los pecadores.
Porque Dios cuida el camino de los justos y acaba con el sendero de los malos.
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